Contar con una buena preparación en la expresión verbal es una necesidad esencial, porque aprender a hablar es aprender a pensar y la Oratoria es el arte de hablar-bien-diciendo.
La danza de la comunicación reside tanto en el ser capaces de comunicar de forma clara y precisa cuáles son nuestras ideas y objetivos como en poseer la capacidad de escucha, por cuanto el escuchar valida el hablar.
Hablamos para ser escuchados, entonces, debemos elegir las palabras adecuadas, porque como sostuviera Wittgenstein “El significado de una palabra es su uso en el lenguaje” y también tener en cuenta la correcta implementación de los aspectos paralingüísticos -tonos e intensidad de la voz, pausas, silencios-; para dotar a nuestro discurso, de variedades melódicas que inspiren, motiven y nos permitan comunicaciones eficientes.
Todos y todas debemos optimar nuestras habilidades comunicacionales orales ya que nos permiten adquirir confianza, expresarnos elocuentemente, trasmitir con convicción; encontrando la esencia de lo “qué” decimos en el “cómo” lo decimos.
Ésta es mi invitación para que juntos/as hagamos que el acto de la comunicación se convierta en una práctica útil, sencilla y placentera.
TESTIMONIOS:
El curso me resultó apasionante, pude superar mi timidez, porque la calidez de las palabras de Liliana y su acompañamiento constante me animaron a seguir. Sé que puse en prácticas todas sus sugerencias y eso fue lo que resultó en mi éxito. Carina Alalí.
Cuando escuché decir a la profe “Yo siembro y ustedes son tierra fértil”, sentí que estaba en el lugar adecuado. Eso me inspiro a hacer después de cada clase los ejercicios y a investigar más. Tomé el curso con mucho compromiso, como ella misma recomendaba y hoy hablo-bien-diciendo. Gracias, Liliana. Javier Fernandez.
Este curso fue de lo más útil y efectivo que podría haber hecho. Sin dudas, hay una excelente colaboración por parte de la profesora Liliana. No me arrepiento de haber entrado a este gran curso que me dio tantas nuevas y lindas experiencias… GRACIAS!!!. Julián Estavilla.